Castelldefels, evolución de un paraíso del ocio

Fuente plaza pueblo

Cuando la autovía de Castelldefels era un paraíso del ocio

La C-31 inaugurada en 1954 y ampliada a 4 carriles en 1976 sin mediana, fue hasta la década de los 90 una vía jalonada por un Ocio entendido a lo "Grande", Macro Discotecas de moda, los 2 burdeles mas grandes de toda Europa, Cámpings marchosos, Chiringuitos musicales y atracciones varias. Ahora de ese mundo ya perdido  De ese mundo perdido solo quedan ruinas como las del Silvi's, el Tutankhamen o La Ballena Alegre.

Chiringito Costa Rica


Parking desierto, no se ve un alma en el 'karting' Minilandia de la Autovía de Castelldefels. En los circuitos vacíos un cartel anuncia orgulloso que el establecimiento lleva "40 años a su servicio", pero su diseño despide un inconfundible aroma a años 80. Otro cartel, tamaño XL, exhibe tan solo el retrato de un caballero de mediana edad y la leyenda "Garantía", es
 Jaime Ampurdanés, excampeón de España de karting,  la instalación cumple 75 años. Tras el 'karting' se ve en la montaña la ermita de Sant Ramon, y torres eléctricas que sobresalen entre pinedas alopécicas y polígonos industriales.

La verbena de La Tortuga Ligera: punk, navajas, avalanchas y el gran atasco.

El cámping de la autovía de Castelldefels acogió en Sant Joan 24 horas de música que pese al caos fueron un episodio seminal de la cultura 'underground' barcelonesa El lugar ya había presenciado, en mayo de 1977, la gran fiesta por la legalización del PSUC, así como otros eventos multitudinarios, por lo que fue escogido por la promotora Cuc Sonat para montar un festival de 24 horas la noche de Sant Joan de 1978. Se necesitaban 24 grupos, "uno por hora -según Xavi Cot, fundador de Cuc Sonat-, así que cogimos todos los que pudimos que no cobrasen demasiado o nada". El plantel de aquella verbena se lee hoy como un quién es quién del protopunk y el rock macarra de la época: La Banda Trapera del Río, Masturbadors Mongólics, Kaka de Luxe (Madrid), Basura, Mortimer, La Morgue (Valencia), Melodrama y muchos otros. El cartel de la verbena de La Tortuga Ligera de 1978. El belén que se armó aquella noche, según fuentes consultadas, hace que Canet Rock parezca una acampada del 'cau'. Carles Amat, quien presenció los festejos en calidad de espectador, afirma que fue una "fiesta total, con absenta y canutos y unas 60.000 personas". El sarao colapsó la C-31, que ya solía ir hasta los topes de tráfico, y el "monumental atasco" inundó la autovía de coches aparcados hasta el puerto de Barcelona. Cot detalla en su memoria sobre Cuc Sonat cómo la noche siguió parámetros igualmente caóticos, empezando por el público pagador: "Se estaba colando la gente a centenares o miles -escribe-, el recorrido del perímetro del cámping estaba cercado con una valla de cañas bastante endeble, por eso escogimos a uno del Cuc Sonat para que contratara a gente para controlar todo el perímetro y proteger las vallas. El problema es que a quien contrató o eran guardias civiles retirados, yonquis o pasotas, y todos ellos estaban (…) escaqueándose".

Discoteca Vértigo.

Regreso al parquin que la instalación comparte con el 'after' El Row, cerrado en día laborable. Antes era una discoteca bastante 'trash' llamada Vértigo, sobre el terrado de la masía reconvertida podía verse un colosal pulpo hinchable, antiguamente en este punto, antes de esto, había un bar llamado El Cocodrilo Llorón. Tenía una pista de 'roller skate' muy popular, donde la gente patinaba al ritmo de éxitos electro del momento. 

Concierto en la Discoteca Vértigo

Cruzar la autovía. 

La autovía ya no puede cruzarse a lo cafre, por cierto, como era costumbre en 1988. Desde que colocaron la mediana para zanjar lo de los alemanes borrachos que, cada nueva temporada y con asombrosa puntualidad, morían embestidos por camiones, uno tiene que vadear por alguno de los puentes que hay medio kilómetro más adelante. En la otra orilla, la desmejorada torre de ladrillo blanco de La Ballena Alegre y el dibujo del cetáceo sonriente que aún la acompaña.

Ballena, cocodrilo, pulpo... Recuerdo la serie de carteles publicitarios con mascota que solías ver a lo largo de la C-31. Formaban un patrón zoológico: el pulpo de Evinrude, el cámping El Toro Bravo, El Cocodrilo Llorón, los cámpings La Tortuga Ligera y La Ballena Alegre, el pavo de La Pava... Aquellos carteles te arrancaban de la monotonía de un trayecto que hoy se realiza en 20 minutos, pero que en 1978 duraba bastante mas por los atascos.

Hoy los carteles antiguos han desaparecido, junto con los establecimientos que anunciaban. Un mundo perdido: 'boîtes', restaurantes de playa, chiringos y cámpings, nudistas y verbeneros, domingueros y aficionados al 'karting', atascos viales, puticlubs, pinedas inmensas y aroma de paellas, pero el tramo de la C-31 que va desde Ildefons Cerdà a los túneles de Sitges cruzando el delta del Llobregat, fue, desde su construcción, un paraíso del ocio provincial. En otro siglo, el jaleo estaba aquí. Decido recorrer una ruta C-31 para comprobar qué queda y qué desapareció de aquello. Un paseo por las ruinas, como hacen los turistas en Empúries, solo que serán las ruinas de nuestra infancia y juventud.

El New Silvi’s

Ya no puede accederse a la pirámide maya que en otro tiempo fue la discoteca más famosa de la zona, Silvi’s. Una valla rodea hoy su cadáver agusanado, pero se pueden ver las placas de metal arrancadas de su estructura. Lo de la pirámide no era un rapto lírico: su fundador, Silvestre Falguera, la hizo construir así, con estratificado de pastel nupcial en blanco Castefa y deje inca. Se inauguró el 11 de mayo de 1970, en una velada saturnal, "la casa-por-la-ventana", donde tocaron Peret, Lone Star y José Guardiola, entre otros. A lo largo de la primera década de su singladura, Silvi’s fue disco puntera del Barcelonés, y catedral de verbenas y 'reveillones' del Llobregat mediterráneo. Entonces, cuando justo amanecían los ochenta, su propietario regresó de Nueva York enamorado de Studio 54, y emprendió la modernización, mayormente técnica, que convertiría su discoteca en New Silvi’s.  

El día de la visita (2/6/22) se apreciaron desde lejos varias personas (3) en su interior y algunos trabajos aparentes de limpieza de escombros.

Ruinas New Silvi's






























Básicamente se bailaba con la música disco, el ítalo de calidad, y también el funky, tanto negro como blanco, que en esa época estaba de moda. El público de New Silvi’s solía rondar la treintena y estaba compuesto, por personas de nivel adquisitivo alto, empresarios de Castelldefels, gente de hostelería y también como es lógico, muchos turistas de los cámpings de la zona. El ambiente, era bueno, a pesar de la convivencia de clases, pues tanto podías encontrar allí al "megapijo de Castelldefels, como al megagarrulo que venía a acabar el día de las celebraciones de una boda en Sant Boi. 

Se presenciaron varias batallas campales, con "gente volando por encima de las barras, como en los westerns". New Silvi’s también programaba actuaciones, como "Jordi LP cuando aún no le conocía nadie, Boney M y muchos ítalos". New Silvi’s cambió de manos en 1994, pues su dueño sabía que "estaba proyectada la construcción de un acceso puente de autovía que taparía la discoteca" (como está construido ahora), y que aquello sellaría su fin. No lo fue, exactamente, aunque las nuevas encarnaciones de Silvi’s (ya rebautizada El Temple, la Nau -trasladada desde Molins de Rei- o La Festa) harían inmersión jabata en la subcultura mákina, con el cambio radical de clientela que ello comportaba.

Observando los restos de la desmoronada sala de fiestas, con su pinta inerte de armadillo descompuesto, medio oculta tras un puente gris decapado por el óxido, ocultan su cálido interior de asientos enyesados de piedra y ladrillo a la vista, ahuyentan aún más los días en que Dolores Vargas presentó el 'Achilipú' ("su nuevo ritmo", según 'La Vanguardia' del 15-5-70). Ahora las panzas de iguana de los aviones, cruzan con estruendo el cielo cada minuto, recordando que cualquier etapa de Silvi’s quedó atrás.

De Toros Bravos, Albatros y Estrellas de Mar

En la otra orilla de la autovía, por el lado mar, se agolpaban los cámpings, ocho de ellos, pegados uno con otro y siempre hasta la bandera de extranjeros y locales. La mayoría de ellos eran propiedad de Modesto Amat, un empresario que se había lucrado con el carbón asturiano, y cuyo capital se multiplicó cósmicamente con el desarrollo de una idea (por aquel entonces de bombero): convertir el fangal insalubre de cañadas, pinos torcidos y mosquitos voraces del delta en centros de acampada de pago como los que había visto en sus viajes por Europa. Aquel centenar de hectáreas abarrotadas de campistas y domingueros aportó a la zona un bullicio que repercutiría radicalmente en el resto de comercios.

El primogénito fue uno de los más chicos, La Tortuga Ligera, no muy lejos de Silvi’s. Hoy ocupan su antiguo emplazamiento una ristra de apartamentos de playa, pero esas escasas 9 hectáreas alojaron en su tiempo un cámping pionero de España. En la primera época, como me recuerda uno de sus antiguos directores, Carles Amat, el cámping se dividía en dos zonas, "el camping como tal y luego lo que se conocía como Baños La Tortuga Ligera, que estaba enfocado a domingueros, y tenía un merendero y algunos equipamientos". Fue allí donde tuvo lugar la que se conoce hoy como la verbena punk de la Tortuga Ligera', en 1978, momento seminalísimo de la historia cultural del país Un periodista más cursi que yo les diría que si uno aguza el oído aún puede oír la vibración del rock’n’roll entre los pinos, pero no sería verdad. Solo se oyen aviones, chapoteos en la piscina y el incesante runrún de los vehículos en la autovía. En cuanto a los demás, cerraron también El Toro Bravo, Cala Gogó, Albatros, Filipinas y La Ballena Alegre. Quedan en pie el 3 Estrellas y el Estrella de Mar, últimos supervivientes de una raza extinta.

Castillo de las Tinieblas 

El comedor de las tinieblas castillo de las tinieblas c/ Josep Lluís Sert 40 al lado Camí del mar en Gava 1998- 2022 





Tutan y Tropi

Siguiendo la autovía, en los kilómetros 14 y 16 respectivamente, se hallaban a la sazón dos discotecas que le hacían la competencia a Silvi’s: Tropical y Tutankhamen. El Tutankhamen, 'Tutan' para los amigos, sigue en pie solo en parte: el incongruente armatoste cuya antigua fachada semejaba algún complejo funerario egipcio, con estatuas de faraones y amuleto de escarabajo, que tantos siniestros debió causar en su momento (era imposible no pegarse un susto de muerte al tomar la curva y topar con un templo mortuorio estilo Valle de los Reyes) Está abandonado, esta sala de fiestas que Carmen Sevilla inauguró el 22 de junio de 1976.  La parafernalia faraónica desapareció décadas atrás, cuando se transformó en una discoteca marroquí (Marrakech, que en el 2009 sería escenario de un tiroteo mortal en la puerta), y al poco cerró. Pero ni siquiera en su apogeo y sin asesinatos puede decirse que el Tutankhamen fuese la intemerata. Durante los setenta se decantó a menudo por el espectáculo sexy-erótico, y la década de los ochenta la obligó a reconvertirse en disco de barrio con hits populares. Hoy solo queda un edificio color teja de planta singular en espera de nuevo inquilino.

Discoteca Tutankhamen

Restos discoteca Tutankhamen


Era la sala de fiestas playera del progre-pijerío. Los rentistas indolentes de la 'gauche divine' condal la colonizaron desde 1964 a principios de los 70, etapa que presenció actuaciones de El Chacho, Joan Manuel Serrat o, ya en 1973, Chavela Vargas. El 'Tropi' era un edificio de lo más chic, con decoración y arquitectura pop-op-costera y unos aires de vanguardia que no se apagarían llegados los ochenta: en 1986 la revista Rockdelux celebró allí su verbena de Sant Joan con lo mejor del momento: Loquillo, 091, La Frontera, Gabinete Caligari, El Último de la Fila y Los Negativos. Que continuaría a los pocos meses con la visita de los Hombres G. En 1989 se derribó el antiguo edificio y pasó a manos del empresario divino Oriol Regás, que lo vio hundirse poco a poco, cual bajel torpedeado. Hoy en día, el Tropical es un restaurante, sin más. Aparente, tal vez, pero sin nada que haga pensar que en su día miembros de Queen o Sade fumaron porros bajo su techo.

Esta discoteca es de sobra conocida y está situada en una carretera en la que hace años había bastante oferta de ocio nocturno, actualmente se encuentra en venta y abandonada desde hace años.

Fue inaugurada en el año 1976 con un gran espectáculo de inauguración en el cual actuó Carmen Sevilla

Se trata de un edificio pintoresco, ya que imitaba la forma de un templo egipcio y originalmente  estaba decorada con motivos egipcios y faraones, pero décadas más tarde la sala cambió de manos y se convirtió en la Sala Marrakech, una discoteca marroquí. La decoración egipcia fue cambiada por los predominantes arcos de herradura, los mosaicos y estucos con motivos geométricos típicos de la arquitectura árabe.

En el año 2009 ocurrió un crimen a las puertas de la discoteca, un cliente fue ejecutado recibiendo dos disparos en la cabeza y murió en el hospital, poco después, la discoteca cerró para siempre.













Parking




Como suele ser habitual en las discotecas, no había prácticamente luz natural y en la mayoría de fotos se tuvo que hacer uso de linterna, excepto alguna de la planta superior en la que entraba un poco de luz natural.

La pista de la planta baja con su barra correspondiente.












En esta zona supongo que estaría la despensa o almacén, aunque también es posible que se fregaran los vasos, ya que había un sumidero en el suelo.





El guardarropa




Posiblemente esta fuese la entrada principal, ya que estaba la taquilla.




La pista de la planta superior :







Baños.



Un despacho en el que había una caja fuerte, algunos papeles y una fotografía. 



¿Serían los propietarios? Al lado había una carta de impago de una factura del agua.


Otros baños.






Por último la azotea.









Tropical 

Era la sala de fiestas playera del progre-pijerío. Los rentistas indolentes de la 'gauche divine' condal la colonizaron desde 1964 a principios de los 70, etapa que presenció actuaciones de El Chacho, Joan Manuel Serrat o, ya en 1973, Chavela Vargas. El 'Tropi' era un edificio de lo más chic, con decoración y arquitectura pop-op-costera y unos aires de vanguardia que no se apagarían llegados los ochenta: en 1986 la revista Rockdelux celebró allí su verbena de Sant Joan con lo mejor del momento: Loquillo, 091, La Frontera, Gabinete Caligari, El Último de la Fila y Los Negativos. Que continuaría a los pocos meses con la visita de los Hombres G. En 1989 se derribó el antiguo edificio y pasó a manos del empresario divino Oriol Regás, que lo vio hundirse poco a poco, cual bajel torpedeado. Hoy en día, el Tropical es un restaurante, sin más. Aparente, tal vez, pero sin nada que haga pensar que en su día miembros de Queen o Sade fumaron porros bajo su techo.





La Pava y los chiringuitos del Rock and Roll playero

Nos encontramos una composición de edificios diverso (Pizzería, Bar, Asador Pollos, Gasolinera, Farmacia, Quiosco) que componen el emporio La Pava. Erigida en 1961, esta área de ocio fue un punto de paso ineludible para las familias playeras del delta.

Tenían en la carta una pizza llamada 'Cinco Estaciones', en honor a las cinco paradas de Cercanías que existían entre Barcelona y Castelldefels, así como el equivalente del 'bikini' yanqui en la 'Pizza Atómica', pura hija de la guerra fría, con el huevo frito en medio.

Desde La Pava hacia el mar, unas pocas manzanas más allá, existían muchos chiringuitos pub de playa rockeros que poblaban esta sección del litoral: el Pilufa, el Lido, el Siouxsie, el Costa Rica, el Quijote (alias el Mosquito), tenían 2 vidas, por el día restaurantes y por la Noche pubs musicales, incluso cambiaban el nombre (y supongo que el personal).

En la playa se instalaron numerosos merenderos que nacieron de la mano de algunos hombres de mar que ofrecían cocina de pescador con pescado fresco acabado de llegar a la playa, y que con los años sobrevivieron reconvertidos y denominados los “Chiringuitos de Castelldefels” hasta su desaparición a finales de los años noventa, el último demolido fue  “El Patricio”el año 2008

Los establecimientos más tradicionales siguieron vinculados al barrio instalándose en nuevas ubicaciones, principalmente en el Paseo Marítimo junto con otros de nueva creación, en la playa misma.

Según la Comandancia de Marina había 14 licencias provisorias:

  1. El PATRICIO, en la calle 9
  2. El LIDO, en la calle 10
  3. EL COMPÁS, justo al lado
  4. LA PINEDA, en la calle 11, de noche era el pub “Siouxsie”
  5. LANCASTER, en la calle 13
  6. EL CARMEN, en la calle 13 Bis "LA MAÑA"
  7. EL BARQUITO, en la calle 14
  8. CARRASCO, en la calle 15
  9. CENTRO RECREATIVO EJÉRCITO DE TIERRA, la calle 16
  10.  COSTA RICA, en la calle 18, de noche “Pub Xavi”
  11.  LA VESPA, en la calle 21
  12.  BELLA VISTA, en la calle 22
  13.  TÍO JOAQUÍN, justo al lado
  14.  PILUFA, en la calle 23.

Ninguno de aquellos lugares existe ya. Corrieron la misma suerte que los chiringuitos de la Barceloneta, víctimas de un genocidio urbanístico posmoderno y posolímpico

Debieramos añadir la discoteca Taj Mahal Autovía de Castelldefels Km 20 en zona Bellamar ahora Router Bar y el Frampi cerca estación apeadero de RENFE.


               


Hoy el paseo marítimo de Castelldefels es una cosa 'muy pulida', con sus jardincillos, un banco gigante, un reloj de Sol y muchos bancos, con apartamentos y algunas unifamiliares de una planta, ni muy de aquí ni muy de allá, con pinta IKEA y atmósfera de abulia residencial. Se acabaron las paredes enjalbegadas abiertas al mar, y el viento marino en la cara, calculando mentalmente cuantos pasos por la arena podríamos dar antes de refrescarnos en el mar. 

Información extraída de artículo escrito por Kiko Amat

Uno de los más famosos en la playa de Castelldefels desde el año 1972. Fue derribado en 1992, año olímpico. Costa Rica 




Durante el día, era un restaurante sobre la arena que se encontraba enfrente del parking de los Apartamentos Mar y Sol, entre las calles 18 y 19. Por la noche, era el Pub Xavi, que tenía un fuego en la arena y le habían instalado una chimenea. En el pub vendían la carne cruda, chuletas en especial, y la gente la asaba a su gusto.

El propietario del chiringuito era Xavi Zardoya Agustí (entrevistado por una colaborada de La Voz, Marisa Puig, en febrero del 2001), quien lo definió como un local que “Vivía de día con el sol y de noche con música, al calor de la chimenea”.

“El Xavi”, en la misma entrevista, manifestó que la cocinera era su abuela y que, luego, su madre hacía la paella tan buena que venía gente de Barcelona a probarla. Fue el primero en abrir por las noches con una excelente discoteca, ya que venía de Ibiza, donde había trabajado de Dj. De 6 de la tarde a 9 de la noche venía toda la juventud a escuchar música y luego al “PUB” a tomarse sus primeros tragos de alcohol y también en busca de un amor de verano, del que todos se acuerdan.

Realmente, Xavi fue un pionero y por eso hoy se lo queremos reconocer, a pesar de que ahora vive aislado del exitoso mundanal ruido de los chiringuitos actuales en el barrio Palau Novella de Olivella. La restauración ha cambiado mucho en todos estos años pero los chiringuitos de Castelldefels son muy conocidos y visitados por mucha gente, hasta un programa de TV3 se realizó desde la misma arena.

Dicen que cualquier tiempo pasado fue mejor, no lo negamos, pero también lo es ir con los tiempos, progresar en definitiva.

Hay gente que le agrada este nuevo Paseo Marítimo con buenas infraestructuras y con locales acondicionados para el buen servicio de los turistas que nos visitan cada año.

A otra gente le encantan aquellas paellas hecha por la abuela de Xavi o chuletas a la brasa, en el nostálgico y mágico Restaurante Costa Rica, con música hasta que amaneciera en una playa salvaje de los años 80.

Ocaso del planeta de los cámpings

El camping La Ballena Alegre cerró sus puertas el año 2005, expropiado por AENA como zona de protección aeroportuaria y en teoría destinado a futuras ampliaciones (oh, tan necesarias) del aeropuerto de El Prat, pero quien se hizo con las tierras las dejó tal y como estaban, con patente desinterés. En La Ballena Alegre la naturaleza ha tomado hoy el volante de un modo conspicuo, casi vengativo, y se halla a medio borrar cualquier traza de humanidad previa: la pinaza se amontona donde nacen las paredes del antiguo supermercado, como si buscara engullir el edificio; las raíces de los pinos rompen el asfalto aquí y allá, subiendo a la superficie de un modo que hace pensar en krakens de grabados antiguos. 

Macro burdeles. El Saratoga y el Riviera

Situado en la C-31, la autovía de Castelldefels, a unos 500 metros del Canal Olímpico, el Riviera funcionó como hotel hasta mediados de los 90 cuando fue vendido para convertirse en club con habitaciones. En su época dorada, cuando incluso recibía autobuses de turistas, el célebre burdel llegó a acoger más de 150 trabajadoras y se decía que su facturación superaba los 16 millones al año. Su presencia en Castelldefels motivó la aparición de nuevos negocios, el incremento de la flota de taxi y la multiplicación de peluquerías y esteticistas, pero también protestas vecinales y graves episodios de corrupción que salpicaron a la policía y al Ayuntamiento y finalmente motivaron su cierre en 2009, junto con el hotel Saratoga, otro prostíbulo cercano.

RIVIERA (el mayor puticlub de Europa)

Dotado con 50 empleados y 170 prostitutas





Vencía el cierre cautelar ordenado por la jueza del 33 Elisabet Castelló. Hace dos años, y no es una frivolidad recordar la posibilidad de su reapertura. Uno más en Cataluña poco importa, el Riviera, sin pretenderlo, despierta una oleada de casos de Gran Corrupción como jamás se habían dado juntos en Barcelona. De existir existían pero el Oasis Catalán evitaba escándalos… hasta que la putrefacción se escapa por infinidad de rendijas. 
La prostitución, acompaña a la Humanidad desde sus inicios, y cuyo ejercicio no es ilegal, se puede asegurar que el Riviera era mucho más que un puticlub. Allí, o en su entorno, se perfilan o tratan todos los grandes negocios locales generando dinero blanco y negro. Que de una “casa de lenocinio o putas” salgan los planos de la línea Maginot o la fórmula de la bomba de neutrones, lo creemos todos por el cine, pero que del Riviera o Saratoga de Castelldefels surgiera toda la actual Gran Corrupción supera la ficción. Resumiendo, los catalanes al mando son unos grandes puteros. Tan grandes puteros como hipócritas. Tras el cierre, y tirando del hilo, aparece el entramado de corrupción de Ciutat Vella que se revuelve con el Palau de la Musica, Felix Millet con las obras del Puerto y las de Gerona, el Metro o la Ciudad de la Justicia, Ferrovial Copisa o FCC con GISA de la Generalitat, la Oficina Antifraude de Cataluña, Ayuntamiento de Barcelona, la Operación Macedonia, puticlubs o tráfico de menores, drogas y billetes falsos en Vilanova y la Geltrú, San Cugat, y etc.etc. Ya poco importa si fuera un policía de Valencia quien tirara de la manta, o el colaborador que añade a uno de mis escritos el siguiente comentario, 
Pero intuyo que el Riviera o los 100 teléfonos pinchados por Asuntos Internos de los Mossos por orden del Juez Aguirre, sumados a la Policía Nacional y la Guardia Civil, desplazan las fábulas ciudadanas o interesados inventos periodísticos (el imputado Carlos Quílez, director de la Oficina Antifraude de Cataluña, es periodista de profesión) que enturbian más que esclarecen. En otro gran comentario en perfecto castellano me aconsejan un link, que si no aportará claridad al lector (por su también enrevesada redacción) le situará en una dimensión digna de conocerse y muy alejada de los tópicos reportajes televisivos centrados en menores y prostitutas engañadas o secuestradas: 
en EL PAIS se llega a escribir: "Si vuelven las chicas y abren los 'puticlubes', saltaremos de alegría" Taxistas y algunos comerciantes de Castelldefels esperan con ansia la reapertura del Riviera y el Saratoga, precintados desde hace año y medio
Tras el cierre de los macro prostíbulos Riviera y Saratoga, hace ya año y medio, las 350 prostitutas con gran capacidad de compra que trabajaban en estos clubes de alterne desaparecieron de la ciudad. Con su adiós, la economía de los pequeños comerciantes y de los taxistas de la ciudad se desplomó. Peluquerías, perfumerías y boutiques de lencería del centro de Castelldefels han visto cómo sus ventas han caído hasta el 40%. Y todo "desde que ellas se fueron", apuntan la mayoría de tenderos. Superado el tabú de hablar sobre prostitución, los comerciantes admiten sin tapujos que conviven con una doble crisis y que aguardan con ansia la reapertura de los burdeles para acabar con su "durísima" situación económica. Pero para eso tendrán que esperar. Al menos, hasta marzo de 2011, ya que la juez que investiga la presunta trama de corrupción en torno a los prostíbulos decidió prorrogar la orden de precinto de los locales.





Cuando las gigantescas excavadoras eliminen los últimos cimientos, ya no quedará nada del Hotel Riviera que durante casi 15 años tuvo el dudoso honor de ser el mayor prostíbulo de España y de Europa. Aún no se sabe que se construirá en la gran explanada que estos días se ha convertido en la meta del peregrinaje de los vecinos y en el decorado para innumerables selfies. Los trabajadores dicen que la propiedad ya tiene el permiso para construir un hotel, pero dada la situación generada por la pandemia, es posible que modifique el proyecto apostando por un edificio de viviendas.
  • El Supremo deja un castigo mínimo a la trama policial de los macroburdeles
  • A juicio la trama de policías corruptos ligada a los prostíbulos Riviera y Saratoga
  • Un comisario con amigos en el burdel
  • Aun derribado, el Riviera continúa envuelto en el misterio.

Los propietarios fueron condenados a penas de casi 10 años por la Audiencia de Barcelona. El Supremo después redujo esa condena a dos años y rebajó notablemente las de los policías implicados en la red que protegía a los prostíbulos a cambio de regalos.15 acusados fueron absueltos. El Ayuntamiento le retiró la licencia por su proximidad a centros escolares al mismo tiempo que la Audiencia Nacional vetó su venta al investigar el patrimonio de sus dueños en otra causa posterior.

Debido a esta prohibición y a la crisis que afectó al sector de la construcción, el Riviera permaneció más de 10 años en el abandono. Primero fue saqueado a conciencia y según los vecinos este fue el periodo más peligroso, ya que durante su etapa como burdel, un ejército de vigilantes se encargaba de que todo pasase en silencio y de puertas para dentro. Durante años, los vecinos vieron como sus instalaciones, desde los sanitarios hasta elementos de hierro pasando por cables eléctricos, eran desmanteladas durante la noche. Todo lo aprovechable fue robado, mientras la basura se acumulaba y colonias de gatos y ratones se adueñaban del lugar, estaba abandonado y había sufrido un par de incendios


Los grafiteros empezaron a usarlo como terreno de aprendizaje y los exploradores de lugares abandonados que encierran historias truculentas y misteriosas lo convirtieron en un lugar de referencia. En YouTube hay decenas de vídeos que recogen sus recorridos diurnos y sobre todo nocturnos con incidentes y sustos incluidos en tiempo real, cuando los exploradores se topaban con algún que otro huésped imprevisto.

Todo esto pasó hasta que a finales de febrero de 2019 empezó la demolición, que se interrumpió abruptamente el 13 de marzo cuando la pandemia detuvo nuestras vidas. El Riviera transcurrió sus últimos meses en ruinas y con las tripas abiertas hasta hace dos semanas cuando los trabajos fueron reanudados y rápidamente lo convirtieron en una montaña de escombros. Una vez más se habla del Riviera en el barrio y en la prensa, pero esta vez es para especular sobre el futuro del solar. Hay incluso quien confía en un proyecto que prevé abrir comercios y pacificar la C-31, para hacerla de un solo carril de modo que se pueda cruzar como antaño. De todos modos harán falta muchos años más para que se pierda del todo el recuerdo del prostíbulo que fue.

Castelldefels se despide del Riviera. El que fuera el prostíbulo más grande de toda España, ha sido demolido por completo tras permanecer en stand by por culpa de la pandemia del Covid-19. 

Desde que el burdel cerró sus puertas en 2009 por una orden judicial, se encontraba vacío, en estado de dejadez y había sufrido un par de incendios, los restos del Riviera también fueron un lugar en el que los sintecho de la zona acudían para dormir y hacer sus necesidades.

Es por eso que esta semana se ha procedido a finalizar la demolición de todo el edificio, que en la época de los noventa funcionó como hotel, tras estar las obras paradas por el estado de alarma de la crisis sanitaria.
 Aunque por el momento se desconoce que hará el ayuntamiento del municipio barcelonés con el terreno, algunas fuentes barajan la posibilidad de que se construyan edificios de viviendas o algún complejo hotelero. 

EL RIVIERA

Muchos problemas judiciales, Hace 11 años que el Riviera fue clausurado, junto con el hotel Saratoga (otro burdel de los mismos propietarios), por un caso de corrupción policial. La administración de ambos emprendió una batalla judicial que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSCJ) desestimó en el año 2016. Por ello, y por las nuevas ordenanzas de civismo, que impedían que se pudiese abrir un prostíbulo en la zona por su proximidad con centros escolares, el burdel de Castelldefels no pudo volver a su actividad inicial. 

El consistorio de Castelldefels, durante el mandato de Manuel Reyes (PP), también rechazó la reapertura de los prostíbulos. El exalcalde aseguró que no querían que se produjera la reapertura de unos locales que habían generado problemas a la ciudad y que habían ensuciado la imagen del municipio. 
La medida no tiene precedentes. Un juzgado de Barcelona decretó el viernes por la tarde la prisión sin fianza para Carmelo Sanz León, el encargado del club de alterne Saratoga, en Castelldefels (Baix Llobregat). Sanz está acusado de los delitos de prostitución ilegal, contra los derechos de los trabajadores, trata de blancas y cohecho --soborno--. Tras firmar el auto de prisión, el magistrado ordenó a los Mossos d'Esquadra la entrada, registro y cierre cautelar del citado Saratoga y del club Riviera, sin duda los prostíbulos más populares, concurridos y conflictivos de Catalunya, y los dos situados a banda y banda de la autovía de Castelldefels. Las investigaciones continúan bajo secreto de sumario.
Carmelo Sanz fue detenido el miércoles junto a John Hawer Madrid Angulo, que asumía las funciones de encargado del Saratoga en ausencia del primero. Ese mismo día también fue detenido el director del Riviera, Salah Elasri Malki. Tras permanecer en los calabozos 48 horas, el magistrado decretó la libertad con fianza para los dos últimos, y les mantuvo la imputación por los delitos relativos a la prostitución ilegal, contra los derechos de los trabajadores y soborno. Pero Sanz tuvo distinta suerte e ingresó en prisión sin fianza,

El encarcelamiento del director del Riviera --que no propietario-- no tiene precedentes. Hasta ahora, las diferentes investigaciones contra estos negocios se habían limitado a espectaculares redadas e inspecciones que acababan con el traslado a las dependencias de extranjería de mujeres en situación irregular. Y con la imputación del encargado del local por delitos contra los derechos de los trabajadores, pero en ningún caso los responsables de los clubs de alterne ingresaban en prisión.

Cuatro horas después del encarcelamiento de Carmelo Sanz, los Mossos d'Esquadra irrumpieron, de madrugada y simultáneamente, en el Saratoga y en el Riviera. A esas horas, los locales estaban a pleno rendimiento. Con clientes y mujeres en la discoteca y en las habitaciones. Tras la laboriosa identificación de todas las personas que había en el interior --para comprobar que no había requisitorias judiciales pendientes, por ejemplo--, se procedió a un minucioso registro de los locales y a su precinto, de momento, cautelar.

El juez ha convocado para mañana en su despacho a los responsables de los dos locales y a los fiscales anticorrupción que participan en la investigación a una especie de vistilla en la que se examinarán los recursos que los propietarios ya han redactado contra los cierres. Aunque no lo tienen fácil. En sus escritos, el magistrado defiende los precintos porque entiende que, cómo mínimo en el último año, se ha permitido, consentido y alentado la prostitución con mujeres que estaban en situación ilegal en España, e incluso, a sabiendas de que eran obligadas a ello. Acusaciones que se sustentan tras un intenso año de investigaciones en las que el magistrado y los fiscales anticorrupción han trabajado con la División de Investigación Criminal (DIC) de los Mossos.

La estrategia policial contra la prostitución ilegal en los locales de alterne ha estado hasta ahora monopolizada por el Cuerpo Nacional de Policía, concretamente por la UCRIF (la Unidad Central contra las Redes de Inmigración y Falsedades documentales). Sus investigadores se habían encargado de las inspecciones y de las redadas. Una estrategia policial que daba sus frutos. Por ejemplo, en septiembre del año pasado se confirmó una multa de 360.000 euros impuesta contra los dueños del Saratoga. Durante una redada en el 2004, la policía y los inspectores de trabajo denunciaron que 58 de las mujeres extranjeras que trabajaban carecían de permisos de residencia y trabajo.

La fiscalía considera que mandos del Cuerpo Nacional de Policía recibían entre 3.000 y 6.000 euros mensuales.
En el caso de los prostíbulos de la autovía de Castelldefels, la realidad ha superado la ficción de cualquier película de Hollywood. Mandos policiales a sueldo de una organización que se dedicaba a explotar sexualmente a mujeres en una suerte de mafia de trata de blancas que se enriquecían impunemente mientras crecía un imperio de burdeles en nuestra comarca. Los prostíbulos eran conocidos en toda España y a ellos venían en peregrinación los extranjeros que visitaban Barcelona. Desde marzo 2009 permanecen cerrados y el juicio en la Audiencia Provincial que juzga a una veintena de acusados se prolongará por lo menos hasta el mes de enero.



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